La armonía que hubiera enamorado a Blasco Ibáñez

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Si Blasco Ibáñez viviera en la época actual saldría de su chalet en la Malvarrosa y andaría unos pocos metros para disfrutar de una de las mejores paellas que se pueden comer en Valencia, en Casa Carmela. Después volvería a su despacho y encontraría la inspiración para escribir cualquiera de sus obras maestras mientras miraba la playa desde su ventana con una copa de Nodus Summum en la mano.Es lo que hemos hecho nosotros. Hemos quedado con Toni Novo en su Casa Carmela y con Sergio Viana y Adolfo de las Heras, de Bodegas Nodus. Hemos hecho el viaje en el espectacular Mercedes GLC Coupé. Ingredientes de lujo para un día inolvidable.

Toni Novo ha dado a Casa Carmela un aire más actual. En ella conviven espacios que fusionan tradición, vanguardia, sol y producto. En el salón principal se siguen respirando los aromas profundos que han hecho de Casa Carmela un lugar ideal para excelentes comidas y largas sobremesas. Pero a él le acompaña una de las mejores barras de Valencia y, frente a ella, un expositor de los excelentes manjares que a diario llegan desde el cercano Mediterráneo. Al fondo, una acogedora terraza para explotar el magnífico sol del Mediterráneo. Junto a ellos el paellero del que cada día salen varias decenas de arroces cocinados a leña. Un espectáculo.Arrancamos hoy con una selección de salazones como entrante. Toni Novo recomienda el orden de su ingesta con sabores que van de menor a mayor intensidad. Disfrutamos el plato en la barra. Es ideal para uno de los productos más jóvenes en la gama Nodus, su vermú Descaro. Se trata de un producto diferente, no sólo por el color rojo intenso propio de la bobal con la que se elabora, si no también porque es diferente a todo lo que podemos encontrar en el mercado. Un notable punto de partida.

Vamos con el segundo de los aperitivos. Se trata de una ostra con toques cítricos de naranja, a la que Toni Novo le añade en Casa Carmela un toque de N-GIN. Es la ginebra mediterránea de Bodegas Nodus en la que maceran botánicos que tienen mucho que ver con el levante español y con notable presencia de cítricos. Un segundo paso de notable alto.

Pasamos ya a la mesa. El salón embriaga y te traslada a esa Malvarrosa de enormes artistas de las edades doradas valencianas. Al centro, como toca, una paella valenciana de espectacular aspecto cocinada a leña. Junto a ella Nodus Summum, la máxima expresión de la firma en su gama de vinos. Un producto redondo y espectacular que engrandece el plato más importante de la gastronomía valenciana, en uno de sus templos…. Y quedó una silla vacía. En ella se hubiera sentado Blasco antes de cruzar la calle para llegar a su querida playa. A tocar el mar… Esencia en vena de la Valencia de siempre.

*Noticia publicada originalmente en El Mundo, 29 de noviembre de 2017.

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